lunes, 31 de mayo de 2010

El dilema de Telefónica en Brasil

Está por verse si los reguladores aprobarían la adquisición de TIM Brasil y Telesp que le daría a la empresa española el dominio de la mitad del mercado telefónico

El rechazo reciente por parte de Portugal Telecom de una oferta de US$ 7.250 millones para adquirir el 50% de su participación en el paquete accionario en Brasilcel, un grupo inversor que posee el 60% de Vivo, que es el principal operador de telefonía celular móvil en Brasil, se debió a que la empresa vislumbra un futuro de 500 años en ese país, sostiene su CEO, Zeinal Bava. La incógnita radica en si una oferta mejorada podría conducir o no a otra conclusión.

La propuesta fue hecha nada menos que por Telefónica, el ex monopolio estatal español y asociado con Portugal Telecom en Brasilcel. Las dos empresas ya tienen discrepancias acerca de la futura estrategia de Vivo porque a Telefónica le preocupa su eventual pérdida de mercado en Brasil en la medida que crezca la competencia. Si la compañía española tomase el control total de Vivo, podría orientarla hacia una fusión con Telesp, una empresa de telefonía fija que ya es de su propiedad.

La competencia en el mercado brasileño de telefonía móvil proviene principalmente de la mexicana América Móvil, que posee subsidiarias en toda Latinoamérica. Mientras Vivo todavía cuenta con el mayor número de clientes, América Móvil se le está acercando rápidamente y se espera que la alcance dentro de cuatro años, de acuerdo con la consultora Pyramid Research.

Otro fuerte rival es TIM Brasil, una subsidiaria de Telecom Italia, que ocupa la tercera posición en el mercado brasileño, mientras que la fusión de dos compañías brasileñas, Oi y Brasil Telecom en 2009, ha creado un cuarto competidor. Como el mercado telefónico está dividido en forma muy pareja, ninguna empresa tiene una participación mayor al 30% ni menor al 20%, pero la competencia es intensa.
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DIFÍCIL DE SALIR. Portugal Telecom comprensiblemente no desea abandonar el mercado brasileño. Vivo representa su mayor inversión extranjera al haber contribuido con el 46% de sus US$ 8.600 millones en ingresos y con el 38% de sus US$ 3.200 millones en utilidades brutas en el último año fiscal. Mientras los negocios de telefonía fija y telefonía móvil de Portugal Telecom están estancados, Vivo continúa creciendo. Tampoco es factible que Portugal Telecom encuentre un mercado tan grande y atractivo en el cual pueda invertir lo que obtenga de la eventual venta de sus activos en Brasil. No obstante, la oferta de US$ 7.250 millones podría ser suficiente para terminar con la deuda neta de esta empresa. También liberaría fondos para que pudiera invertir en otros sectores de actividad como, por ejemplo, su proyecto de banda ancha que consiste en la instalación de una red de fibra óptica que llegue a un millón de viviendas.

Además, el mercado brasileño va a requerir enormes cantidades de capital en los próximos trimestres en la medida que los operadores amplíen sus redes de tercera generación, adecuadas para proveer internet y servicios de datos en computadoras portátiles y procuren mejorar la calidad de su cobertura.

NECESIDADES. Telefónica percibe que fusionándose con Telesp quedaría en mejores condiciones para enfrentar sus futuros desafíos en el mercado brasileño. Al principio, habría varias operaciones superpuestas, lo que les obligaría a efectuar alguna reducción de personal y de sistemas para aumentar su rentabilidad.

Hasta ahora los proyectos de "quadruple-play", que proporciona un servicio telefónico de línea fija junto con internet de banda ancha, TV cable y telefonía celular, han hecho escasos progresos en Brasil porque pocas empresas disponen de todos los activos necesarios. Vivo y Telesp fusionadas modificarían esta situación. Telefónica, además, ve la fusión de esos negocios como una manera de defender sus intereses en el negocio de telefonía fija.

INCÓGNITA. ¿Está Telefónica dispuesta a aumentar su oferta? Teniendo en cuenta que los ingresos totales de Vivo fueron de US$ 2.900 millones el año pasado, la oferta de US$ 7.250 millones por una participación accionaria del 30% ya parece extremadamente generosa. Empero, otras vías para posicionarse mejor en Brasil serían aún más caras, según el banco Barclays Capital. Y la empresa española por cierto tiene resto para una oferta más alta.

Una de las otras alternativas para lograr el control total de Vivo sería comprar TIM Brasil. Ha trascendido que esta empresa está a la venta y que podría atraer ofertas de hasta US$ 11.400 millones. La ventaja consistiría en quitar a un rival del mercado y evitar que sea adquirido por la francesa Vivendi o por la brasileña Oi. Pero, aun cuando Telefónica pudiera concretar una fusión con TIM Brasil y Telesp, con lo cual tendría dos valiosos activos brasileños en sus manos, los reguladores podrían impedir que un inversor extranjero adquiera al tercer operador en Brasil y que se adueñe de la mitad del mercado local.

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