viernes, 4 de junio de 2010

Hoy Clarín, mañana Telefónica de España

Estamos en un momento crucial en términos políticos en lo que hace a medios y comunicaciones.
Por un lado el gobierno promovió la sanción de la ley de medios, lo que desconcentraría el poder y las posiciones dominantes de empresas que tienen canales de TV, radios, diarios de tirada masiva, portales de Internet, etc. Plataformas desde las cuales manejan con eficacia la agenda mediática y hacen prevalecer las guerras empresariales por sobre la función de informar honestamente.
Los rumores y los dichos del propio Néstor Kirchner apuntan a que la pelea con Clarín tuvo lugar porque Héctor Magnetto, el CEO de Clarín le manifestó a Kirchner la voluntad del grupo de entrar en Telecom, a lo que el ex presidente se negó.
Según los dichos de Kirchner, Magnetto le habría dicho textual “es lo único que nos falta, con eso cerramos el circuito”.
A partir de la negativa del gobierno, según Kirchner, y lo podemos constatar con solo ver las tapas de Clarín escuchar Radio Mitre, o mirar TN, se desató una ofensiva muy dura del grupo contra el gobierno. Ofensiva que el gobierno absorbió cuando la batalla por la 125, luego de lo cual se reagrupó y pasó a la ofensiva.
Sin embargo la decisión del gobierno de bloquearle la entrada a Telecom a un multimedios desproporcionadamente poderoso, deja el preciado objetivo, Telecom, por ahora en manos de una empresa como Telefónica, que no solo es dueña de la competencia de Telecom, sino que además posee el canal de TV con mas rating de la Argentina, Telefé, 12 canales de primer nivel mas, radios, y demás medios.
La relación entre el poder y los medios no es nueva, es histórica y desde la doctrina Kissinger en medios para acá ha crecido geométricamente. Pero si bien no podemos, y ni si quiera es deseable evitar que los grandes grupos posean medios, debemos garantizar que una multiplicidad de voces se escuche. Ya conocemos hoy los problemas que traen los monopolios mediáticos como Clarín, con Canal 13, TN, Radio Mitre, etc. o el del propio gobierno con Canal 7, Canal 9, Radio Nacional, los medios de Szpolsky etc., De ese modelo solo salen pensamientos únicos, excluyentes y fracturadores de la sociedad.
La compra de Olimpia por parte de Telefónica de España, significó la toma de control de Telecom Italia. Según la prensa italiana esta toma, es un hecho obvio.
Esta concentración produce consecuencias estratégicas en el futuro de la comunicaciones argentinas. La acumulación de poder, de controles, y de “peajes comunicacionales” ponen y pondrán en peligro el pluralismo político y de opinión en el país.
Supongamos que la ley de medios se implementa y que Clarín que ha puesto y sacado gobiernos a los largo de la historia, beneficiándose con la adjudicación de una parte de Papel Prensa, quitada a la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, en una mesa de Torturas, y con leyes a su medida como la que la que promulgó Duhalde en 2002, ve decrecer su poder, en ese contexto, otro monstruo está creciendo y muy rápido.
El dueño del canal de TV mas visto, radios muy escuchadas y demás medios, es dueño de las dos empresas de telecomunicaciones en nuestro país. Tienen el doble de lo que pedía Clarín para “cerrar el circuito” saben en Telefónica perfectamente que decisiones va a tomar su “competidor” Telecom, y si alguien se atreve a cuestionar esto, tienen “los fierros mediáticos” para dar la batalla y ganarla.
Si hubo consenso para la ley de medios, como una amplia mayoría en diputados y 42 senadores que levantaron la mano, ¿porque no lo hay para terminar con este peligro, tan o más poderoso que el que se intenta controlar?

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