El gobierno argentino ha decidido terminar con el monopolio de facto que consolidó Telefónica de España al comprar Telecom Italia, por eso quiere a Telecom Italia fuera del país. El monopolio se da por una compraventa de acciones que se concretó en Europa durante 2007. En esa transacción, un consorcio de empresas -en el cual participa Telefónica de España- adquirió un porcentaje de Telecom Italia. Esta empresa italiana no fue parte activa de la operación, sino el objeto de la compra, pero lo grave es que consolidaron un monopolio tarifario y prestacional violando las leyes argentinas.
Resulta indefendible que Telefónica de España sea dueña y competidora a la vez de Telecom.
Supongamos solo por un instante y para beneficio de este análisis, que Telefónica de España no tuviera control ni poder sobre Telecom Argentina, que solo hubiera comprado un porcentaje menor y solo nombrara algún director o un ejecutivo dentro de la estructura gerencial. Esta persona estaría escuchando, moviéndose, leyendo y enterándose de todo lo que tenga que ver con acciones actuales o en carpeta, a futuro de la empresa, ideas y proyectos sobre productos a desarrollar etc. Inmediatamente informaría de todo lo que se enteró a su accionista, que aunque menor, tiene papeles y derechos. Esto le permitiría a la competencia de Telecom Argentina, al único competidor de Telecom Argentina, utilizar información privilegiada para adelantarse a cualquier lanzamiento de producto, campaña, acción en general de Telecom Argentina y así dominar el mercado, destruyendo a Telecom Argentina y estableciendo un monopolio de facto, constituyéndose en un Neo ENTEL
El Gobierno resolvió que se debía analizar la posibilidad de que esa operación derivara en una situación monopólica en el país. El estado argentino al controlar, regular o supervisar a quienes intervinieron en la transacción, dictó innumerables medidas, a través de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y de la Secretaría de Comunicaciones, obligando a Telecom Italia a cumplir con la ley.
Por ahora Telecom Italia intentó ganar tiempo y patear la pelota para adelante, para esto se valió de algunos recursos que obtuvieron fallos positivos en la justicia, pero que en nada cambiaron la situación en el terreno porque la cuestión de fondo sigue regida por los fallos que sostienen la necesidad de que Telecom Italia abandone el país.
A esa embestida en la justicia se suma un fuerte despliegue de operaciones periodísticas, desde la Nación y Clarín.
En línea con la Casa Rosada, el vicepresidente de Telecom Argentina, Gerardo Werthein, rechazó la idea de que las telecomunicaciones del país queden solamente en manos extranjeras y dijo que no entiende por qué Telefónica de España no avisó cuando ingresó a la empresa a través de Telecom Italia. Sus declaraciones llegaron cuando el gobierno busca la manera de terminar con la situación monopólica que Telefónica de España creó de hecho al comprar Telecom Italia.
Una encuesta de 2800 casos en todo el país realizado por los propios trabajadores de las dos empresas Telecom y Telefónica reveló que el 76% de los encuestados prefiere que las comunicaciones permanezcan en manos argentinas.
Esta encuesta que ha sido invisibilizada por los medios que marcan la agenda mediática, sin embargo trascendió en ámbitos periodísticos y desestabilizó a operadores como Carlos Pagni que “ a la Neustadt” defienden a diario la postura de Telecom Italia y Telefónica de España.
Los máximos líderes sindicales del sector dijeron que resulta fundamental que las telecomunicaciones queden en manos argentinas. Lo interesante es que la gente está a favor, el gobierno también y solo los operadores pagos de Telecom Italia y algunos camaristas se oponen.
La encuesta revela lo que piensan los argentinos, si se hiciera un plebiscito, y se le preguntara a la gente si prefiere que las telecomunicaciones estuvieran en manos argentinas o extranjeras, no parece difícil visualizar el resultado de la compulsa.
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